Cada 24 de marzo conmemoramos el Día Internacional del Derecho a la Verdad sobre las Violaciones Graves de los Derechos Humanos y la Dignidad de las Víctimas.
Este día rendimos homenaje anualmente a la memoria de Monseñor Óscar Arnulfo Romero, quien fue asesinado el 24 de marzo de 1980. Monseñor Romero se destacó por su valiente denuncia de las violaciones de derechos humanos que afectaban a las personas más vulnerables de El Salvador. Romero fue abatido por un francotirador mientras celebraba una misa el 24 de marzo de 1980.
A partir de un estudio realizado en 2006 por la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (ACNUDH), se concluyó que el derecho a conocer la verdad sobre las violaciones evidentes de los derechos humanos y las infracciones graves contra los derechos humanos es un derecho independiente e inalienable. Este derecho está vinculado a la obligación del Estado de proteger y garantizar los derechos humanos, llevar a cabo investigaciones eficaces, y asegurar que existan recursos efectivos para obtener reparación.
El estudio subraya que el derecho a la verdad implica tener acceso completo y detallado a la información sobre los actos ocurridos, las personas involucradas, las circunstancias específicas, especialmente en lo que respecta a las violaciones cometidas y sus motivaciones.
En el informe de 2009 de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos titulado «El derecho a la verdad», se incluyen estudios sobre las mejores prácticas para garantizar el ejercicio efectivo de este derecho, especialmente en lo que respecta al manejo de archivos y documentos relacionados con violaciones de derechos humanos, así como programas de protección para testigos y otras personas involucradas en juicios por estos delitos.
La Comisión de la Verdad para El Salvador se creó conforme a los Acuerdos de México del 27 de abril de 1991, con el objetivo de investigar los graves hechos de violencia ocurridos desde 1980, cuya magnitud en la sociedad demandaba con urgencia conocer la verdad. En su informe del 15 de marzo de 1993, la Comisión documentó el asesinato de Monseñor Óscar Arnulfo Romero a manos de las fuerzas pro gubernamentales, específicamente de los llamados «escuadrones de la muerte».