Mucho se dice que el arte imita a los acontecimientos de la vida cotidiana y más cuando se trata de piezas que causan gran impacto en las audiencias a nivel mundial. Tal es el caso de Adolescencia, la polémica mini serie de Netflix, filmada en el Reino Unido bajo la autoría de los británicos Jack Thorne y Stephen Graham.
Y es que el argumento de la ficción parece ser más que cercano a la realidad mundial que los menores de edad viven hoy: enajenación, hiperconectividad, bullying y violencia sistemática. La historia retrata a Jamie, genialmente interpretado por Owen Cooper, un niño de 13 años acusado de asesinar a su compañera de la escuela. La serie se comprende de cuatro capítulos repletos de excelentes actuaciones y la gran peripecia de ser un plano secuencia, es decir que cada capítulo se logra mediante una sola toma. La cámara deambula entre los pasillos de una estación de policía en la que se desarrolla el caso, sin ningún corte.
El desarrollo de personaje de Jamie es uno de los aciertos de la serie, en la que en un principio observamos a un pequeño que busca la protección de su padre, y poco a poco va revelándose un adolescente lleno de misoginia, ira y traumas de maltrato. Otro acierto es el guión, en el que vemos con relativa objetividad, la forma en que se implementa el sistema de justicia en el Reino Unido.
La secuencia retrata todo el proceso: desde el arresto, la revisión médica, la toma de evidencias, la lectura de derechos, la asesoría jurídica para los padres, hasta el encuentro con una psicóloga y la investigación de los oficiales para dar con el arma homicida y comprender los móviles del crimen.
Una ficción bien construida, que presenta ciertas imprecisiones, pero logra también ser una crítica puntual a diversos aspectos de la sociedad inglesa: desde el abandono que viven las y los adolescentes, la desconexión entre padres e hijos, el bullying al interior de las escuelas, la hiperconectividad y el ciberacoso, el uso desmedido de tecnología por parte de las infancias, la publicación de imágenes íntimas sin consentimiento, la falta de control de las emociones en los padres y, finalmente, la creciente misoginia como respuesta a la predominancia de los feminismos en la última década.
Son temas que no resultan ajenos a la sociedad mexicana, y que reflejan la creciente desconexión entre los eslabones de la sociedad que deberían transmitir, de generación en generación, los valores del respeto y las relaciones afectivas sanas.
El uso de celulares en menores de edad
El éxito mundial de la serie ha traído a la mesa nuevamente la reflexión sobre si las infancias y adolescentes deberían o no contar con un dispositivo con conexión a internet para su uso personal. Se sabe que en México, al menos hasta el 2023, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares; cuatro de cada 5 personas mexicanas entre 6 y 17 años habían usado internet. Un 82.3% de los menores de edad en nuestro país son usuarios de internet.
De acuerdo con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, el 65 por ciento de los menores tienen un celular, mientras que el 47.3 por ciento de los tutores, padres y madres de familia no utiliza un sistema de control parental.
Por su parte, en Reino Unido, cerca de un 25% de los niños de entre 5 y 7 años tiene un “smartphone” , según un estudio del regulador de medios Ofcom, publicado en abril del año pasado.
Bullying en México
El tema es de alta relevancia pues las cifras de bullying en México son preocupantes. De acuerdo con información de la Comisión Nacional de Derechos Humanos más del 40% de los niños en México afirma ser víctima de bullying, y el 17% señaló que fueron víctimas de violencia física. Más del 44% relataron recibir violencia verbal y psicológica por medio de redes sociales.
Sin duda es una historia que podría suceder aquí, en Reino Unido y en cualquier país, y nos hace ver que aún estamos lejos de poder garantizar la seguridad de nuestras infancias en los espacios educativos y virtuales, pese a diversas regulaciones como la conocida Ley Olimpia que busca erradicar las redes de intercambio ilegal de fotografías personales mediante el castigo a quienes transgredan la confianza de quienes compartieron imágenes en la intimidad; o el Programa Nacional de Convivencia Escolar, que pretende ser un protocolo de prevención, detección y actuación en casos de abuso, acoso y maltrato en las escuelas públicas de educación básica.
Movimiento “No es momento”
En México las activistas Maya Barrera y Ana Sofía Guerra crearon un movimiento al que denominaron “No Es Momento” que busca generar un acuerdo entre los padres de familia sobre la importancia de no brindar un smartphone a sus hijos menores de 16 años, así como de tener escuelas libres de telefonía celular. ¿Qué piensas sobre estas medidas? ¿Te parecen exageradas o estás de acuerdo?
Iniciativas queretanas y españolas
En México el tema parece comenzar a tomar fuerza. Hace un mes el gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, presentó una iniciativa para restringir el uso de smartphones en menores de 14 años y hacer obligatorio que los padres autoricen por escrito el uso de estos dispositivos para menores de 18 años.
En diciembre del año pasado, luego de un diagnóstico nacional, España concluyó la implementación de 107 medidas planteadas a corto, medio y largo plazo para restringir el uso de smartphones y prevenir mayores daños a la salud psicosocial de las juventudes.
Control parental y las recomendaciones de la SSPC
La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana recomienda el uso del control parental, teniendo cuidado de vigilar lo siguiente:
• Filtrado de contenidos: permite bloquear el acceso a contenidos inapropiados, por ejemplo, aquellos de connotación sexual o violenta.
• Control de tiempo: establece alertas o interrumpe la navegación al alcanzar determinada hora o límite de tiempo.
• Supervisión de actividad: otorga acceso al historial de navegación, búsquedas o reproducción multimedia.
• Geolocalización: muestra la posición actual y el recorrido anterior del dispositivo.
• Protección de la configuración: evita modificaciones no deseadas de los ajustes de control parental.
Probablemente el éxito de Adolescencia traerá consigo numerosos debates que quizá influyan en cómo la sociedad se cuestiona el daño que el uso temprano de la tecnología digital puede generar. Tal parece que ha llegado el momento de cuestionar el efecto real que tiene en nuestros entornos la adicción a las redes sociales, ¿Crees que los menores de edad deben tener un smarphone para su uso personal?