Por: Gerardo Jair Jaime González
Como parte introductoria a este artículo tenemos que entender la diferencia entre “accidente” y “hecho de tránsito”, y por qué la utilización de un concepto y no de otro, ya que en muchas ocasiones se llega a confundir la terminología y se puede generar controversia. Comenzaremos por mencionar que “Accidente”, según el Diccionario de la Real Academia Española es un suceso eventual o acción de que involuntariamente resulta daño para las personas o las cosas.
Dicho de otra manera, un accidente de tránsito es normalmente es un hecho de coincidencia donde intervienen los factores “espacio-tiempo” de dos cuerpos en circunstancias fortuitas, imprevistas e involuntarias; esto quiere decir que un accidente es una situación dinámica que implica un encadenamiento de circunstancias y sucesos que concluyen en él. Con esto se concluye que no está predeterminada la ocurrencia inexorable del accidente, aunque se presume que la repetición idéntica de todas circunstancias y procesos producirá idénticos resultados.
Lo anterior nos llevaría a pensar que estamos obligados a buscar las causas del accidente en un inicio; lo cual obviamente es falso, ya que siempre existirá la variación de alguna circunstancia, elemento o suceso entorno a la inmediatez del accidente lo que modificará los resultados obtenidos e incluso nos podrá arrojar que el accidente pudo haber sido evitable.
En conclusión, en esta ciencia forense se tiene que hacer alusión a “hecho” y no a “accidente” de tránsito en virtud de que el especialista en esta área se enfoca al estudio fáctico, cuyas causas y mecánicas de realización se desconocen de manera inicial. Posteriormente, basado en un estudio e investigación técnica-científica, el especialista tendrá la posibilidad de concluir las causas, evolución y resultado del hecho investigado, recordando que uno de los fines es proporcionar a los órganos encargados de procurar y administrar justicia datos técnico-científicos, en este caso al Ministerio Público, para que pueda determinar si el hecho entra dentro de la clasificación de accidente propiamente dicho (de origen fortuito), o en caso contrario, al considerar el resultado, es clasificado como delito ya sea intencional o imprudencial, según sea el caso.
Ya dilucidado el término correcto que se debe emplear en materia, ahora sí pasaremos a considerar las características técnicas; recordemos que las ciencias forenses tienen como base principal las ciencias naturales, principalmente la física, química y biología, y la materia de hechos de tránsito terrestre no es la excepción.
Las técnicas utilizadas en la investigación de hechos de tránsito terrestre están íntimamente ligadas a las leyes de la física, ya que como ha sido mencionado en artículos anteriores, una de sus ramas se encarga del estudio del movimiento de los cuerpos. Para poder realizar un estudio completo y poder llegar a proporcionar conclusiones pertinentes, es de suma importancia el estudio y análisis del material sensible significativo (indicios) que se encuentra en el lugar de intervención, así como la realización de una revisión exhaustiva del o los vehículos involucrados, todo ello de manera integral influirá en las consideraciones del experto, de donde se desprende los siguiente:
- Calculo de la velocidad de los vehículos, cuyo resultado numérico proporciona la rapidez del desplazamiento.
- Características e intensidad de los daños que presentan los vehículos, para esto es primordial el estudio de la deformación y resistencia de materiales.
- Presencia de huellas de frenado, que permitirá aplicar la formula para conocer la velocidad del vehículo, esto relacionado con el punto 1.
- Masa de los vehículos involucrados, recordando que se aplican leyes de la física para lo cual es primordial conocer el peso de los vehículos.
- Distancia o desplazamiento de los vehículos después de la colisión hasta su posición final, lo cual nos puede determinar velocidades y fuerzas vectoriales.
- Análisis de las fuerzas resultantes que intervienen en el hecho de tránsito, para lo cual también se requiere la aplicación de cálculos pertinentes.
- Determinar velocidades de marcha de los peatones, según edad, condiciones físicas, estado psicofísico, entre otros factores.
- Tiempos de percepción y reacción del conductor en condiciones normales, lo nos ayuda para el siguiente punto.
- Establecer si un conductor estuvo en posibilidad de evitar o no la colisión o atropello, considerando tanto las velocidades tanto del vehículo como del peatón y determinar si se contaba con el tiempo necesario para evitar el hecho.
- Considerar los parámetros físicos de aceleración de la gravedad y coeficientes de fricción.
- Sumado a lo anterior, también considerar las leyes de Newton, sistemas inerciales, tipo y cantidad de movimiento, energía transformada en trabajo y parámetros fundamentales de longitud, masa, tiempo, velocidad, aceleración y peso.
- Se emplearán los principios de la criminalística de intercambio, correspondencia, recreación de hechos y probabilidad, dado que en forma objetiva y práctica se obtiene resultados tangibles y susceptibles de comprobar.
Todas estas características técnicas se deben considerar en la investigación de los hechos de tránsito terrestre, las que posteriormente, se transforman en habilidades inherentes al especialista en materia.
Bibliografía Consultada:
- Diccionario de la Real Academia Española.
- Aguilar Ruíz, M. Investigación criminalística en hechos de tránsito terrestre. México.
- Ashton, S. Field Accident and Experimental Work in Europa. SAE Technical paper #830626.