Por: Gerardo Jair Jaime González
La fabricación de las armas de fuego pueden ser muy variadas, y será tarea importante para el perito en balística forense determinar la fabricación, construcción y la manufactura de dicho objeto, ya que tendrá que rendir un dictamen o informe de dicho artefacto remitido al laboratorio de balística que tiene características de ser un arma de fuego. Recuérdese que el que va a dictaminar si ese artefacto, instrumento u objeto metálico recabado como indicio por criminalística de campo o remitido por la policía es un arma de fuego, será únicamente el perito en balística forense.
Existen variadas terminologías que se le da a las armas por su fabricación; al hablar de la evolución histórica, los elementos con que se fabricaban las armas en la antigüedad era por medio de la fundición de metales en moldes, dejándolos enfriar y posteriormente se ensamblaban, teniendo en cuenta que algunas armas se caracterizaban por sus formas muy dinámicas y rústicas.
Pero la fabricación de armas ha ido evolucionando a pasos agigantados, hasta llegar a los tiempos de ahora, donde muchas de sus partes son de polímero, dando mejores resultados en sus diferentes aplicaciones; tales avances significativos han ido aplicando un auge en las armas, hasta llegar en un momento dado a clasificarlas.
Las armas de fuego por medio de su fabricación suelen clasificarse de la siguiente manera:
Industrial o típica: Este tipo de armas de fuego son aquellas construidas por los diversos fabricantes de armas para los distintos usos que el fabricante puede darles, guardando aquellas normas de fabricación que van a determinar si el producto es de calidad y fue debidamente manufacturado con las reglas de seguridad, con el fin de no provocar accidentes al momento de efectuar disparos. Este tipo de armas cuenta con personal capacitado, ya sea en metalurgia, ingenieros, balísticos, etc. para fabricar dichos artefactos y llevan el registro en serie y conforme al margen de la ley.
Ejemplos de fabricantes de armas: Remington, Smith & Weson (S&W), Hecker y Koch, Máuser, Winchester, Colt, Browning, Luger, entre otros.
Armas de fuego tipo caseras o atípicas: De este tipo de fabricación se pueden encontrar muchas denominaciones, algunas acertadas y otras no tanto, algunos autores las hacen llamar armas “tumberas” o “chispetas”, en nuestro país a este tipo de armas se le suele llamar armas de fuego caseras o atípicas.
La denominación de “tumbera” proviene de Sudamérica, principalmente de Argentina y Chile, pues a finales de los años sesenta y principios de los setenta (tiempo en el que empezaron a fabricarse estas armas), para identificar a las personas que habían cumplido una pena en prisión, según el argot de los delincuentes, se les conocía como “tumberos”, de ahí el nombre que reciben, y es muy utilizada para referirse a este tipo de armas de fuego.
Otra denominación son las armas “hechizas”, en el Diccionario Real Académica Española la palabra hechiza tiene muchos conceptos, uno de ellos, por ejemplo, es “dicho de un producto hecho a mano”, “artificioso y fingido”, entre otros. Pero esta denominación no tiene de fundamento y es errónea, ya que el delincuente no fabrica las piezas con sus propias manos, este solamente las ensambla.
Este tipo de fabricación de armas caseras carece de denominación concreta, sin embargo, el concepto más acertado es el que mencionamos anteriormente: Arma de fuego de tipo casera o atípica.
El concepto de arma atípica o casera es aquel instrumento u objeto que en conjunto poseen la aptitud de soportar un ciclo de disparo y es fabricado por materiales de cualquier naturaleza, es importante mencionar que si no soporta por lo menos un ciclo de disparo no podrá ser considerado con arma de fuego, ya que carecería de las características de esta (utilizar la presión de los gases, provocados por la deflagración de la pólvora para expulsar uno o varios proyectiles).
Otra definición de arma atípica o casera es la siguiente: son aquellas armas construidas de cualquier material que se puede encontrar en casa, que en su conjunto soporta un ciclo de disparo y que su forma y dimensión variará según el ingenio del delincuente o fabricante.
Es importante mencionar que comúnmente este tipo de armas utilicen cartuchos de proyectil múltiple y se pueden subclasificar en: disimuladas y no disimuladas.
Disimuladas u ocultables: son aquellas en las que a simple vista no se pueden identificar y no tienen las características generales de un arma de fuego y ello suelen pasar desapercibidas. Ejemplo puede ser un arma de fuego tipo pluma, en bastones, llaveros, etc.
No disimuladas: su forma, estructura y dimensión nos hacen identificar que estamos en presencia de un arma de fuego, pero no sabríamos a ciencia cierta si esa arma puede efectuar disparos.
Bibliografía:
- Cibrián Vidrio, Octavio, Balística técnica y forense, 3ª. Ed., México, La Rocca.
- Moyano Mendoza, Fabian Sergio, Balística forense, Guía básica sobre armas de fuego. Armas hechizas y escopetas recortadas,
- Ortiz Barrón, Cristian Adrián, La balística y sus clasificaciones, México, Editorial Flores.