Por: Gerardo Jair Jaime González
Antes de entrar de lleno al tema en cuestión explicaremos los conceptos abastecer y cargar, ya que la forma de cargarse un arma de fuego se confunde mucho con la de abastecerse, acciones que son totalmente distintas.
Muchos autores, tratadistas e incluso peritos en balística forense, confunden los términos anteriores, ya que dicen que cargar un arma de fuego es “la acción de introducir cartuchos o municiones en el cargador o magazine del arma”. Algunas definiciones en el diccionario de la lengua española nos dicen que cargar se le conoce a la acción de preparar un arma, poniéndole munición o proveer de algo de la carga para ser útil. Lo anterior, aunque no es tan acertado, hablando de balística y armas de fuego, no está apartado de la realidad del mismo.
Abastecer es la acción de colocar los cartuchos o municiones dentro del cargador o magazine e introducir este en el compartimento destinado para este. La definición de cargar, atribuida a las armas, es aquella acción de introducir un cartucho o munición a la parte que se le conoce como recámara del arma (parte en la que se aloja el cartucho), quedando lista para ser disparada.
Entrando en materia, es importante mencionar que la invención de las armas de fuego supuso un avance trascendental y la consiguiente sustitución paulatina de las que se utilizaban hasta entonces, las llamadas blancas, entre otras, espadas, machetes, lanzas y ballestas.
En este sentido, las armas de fuego se clasificaron de la siguiente manera de acuerdo con su forma de cargarse:
- Armas de avancarga
- Armas de retrocarga
Armas de avancarga: en esta clasificación entran las armas más antiguas, aquellas que utilizaban pólvora negra para disparar balas o proyectiles esféricos, que ahora se encuentran en desuso o son piezas de colección, incluso, algunos son patrimonios nacionales. Estas armas carecían de casquillo y utilizaban pólvora negra para impulsar el proyectil o proyectiles.
El termino avancarga es aquella acción de cargar por la boca del cañón el arma de fuego, esto quiere decir que para cargar este tipo de armas utilizan un procedimiento de introducir todos los componentes del ciclo del disparo por separado y metódicamente en la recámara del arma y, a su vez, producir fuego directo para que la pólvora negra haga la función de impulsar el proyectil o proyectiles.
Una de las primeras formas de generar el ciclo de disparo en este tipo de armas, consistía en que el usuario primeramente, introducía un taco, que no era más que una pieza de papel o cartón que hacia la función de tapar la chimenea, que era donde se producía el fuego directo por medio de una pieza llamada baqueta, después introducía la pólvora y otro taco para que esta no saliera del cañón y así confinar su carga para que hiciera efecto de empuje o de propelente; además de incluir el o los proyectiles, se metía una braza en el interior de una pieza saliente llamada chimenea, que hacía conexión con la pólvora que reaccionaba produciendo así el ciclo del disparo e impulsando el proyectil.
Es importante aclarar que la baqueta es la pieza de acero o varilla que se le anexaba a las antiguas armas de avancarga para introducir los componentes del disparo de la misma en la recámara.
La evolución de las armas anteriores llego con la invención de la mezcla fulminante, así surgió un sistema muy peculiar, en 1807, que consistía en una cazoleta en la parte inferior del arma, en la cual se colocaba la mezcla fulminante en el interior y oprimiendo el disparador del arma se liberaba el martillo, que golpeaba luego la cazoleta provocando una llamarada que se conectaba a la pólvora, ocasionando la ignición de la misma.
Posteriormente, con la innovación e ingenio de algunos armeros, llegó lo que conocemos como las armas de retrocarga, quedando prácticamente en desuso las armas de avancarga.
Las armas de retrocarga son armas modernas que ya utilizan casquillos y todos los componentes en una misma pieza llamada cartucho o munición. Por ello, las armas de retrocarga no son más que aquellas armas que se cargan por la parte posterior del cañón.
Bibliografía:
- Cirnes Zúñiga, Sergio H., Diccionario jurídicos temáticos criminalística y ciencias forenses, México, Oxford.
- Real Academia Española, Diccionario de la lengua española.
- Ortiz Barrón, Cristian Adrián, La balística y sus clasificaciones, México, Editorial Flores.