En los recientes años, las reformas a la constitución han sido un tema recurrente de los gobiernos en turno y lo que sucede con éstas es un asunto que no concierne a todos. La Constitución Política de nuestro país, en su artículo 135, establece las condición bajo las cuales esta figura legal puede ser puesta en práctica, aquí te explicamos algunas claves para entender este procedimiento.
En primer lugar, cabe aclarar los motivos por los cuales la Constitución puede y debe ser reformada, en teoría. Este procedimiento jurídico tiene como finalidad subsanar lagunas legales, enmendar errores técnicos o políticos, incorporar soluciones a las necesidades de la ciudadanía y actualizarse de acuerdo al contexto actual del país. Sólo bajo estas premisas, los artículos constitucionales pueden ser modificados.
Por otro lado, es necesario decir que las reformas y modificaciones a la constitución no pueden ni deben afectar su esencia. Para complir con esto, la Suprema Corte de Justicia de la Nación es la encargada de garantizar la rigidez y coherencia de este documento a través de principios constitucionales que hagan compleja su alteración.
Las reformas constitucionales son un proceso complejo en todas las naciones del mundo y México no es la excepción. En el caso de nuestro país, está previsto que sólo ciertas figuras políticas como el presidente, están facultados para presentar una propuesta de reforma constitucional. Para que ésta consiga tener validez, debe ser sometida a votación en la Cámara de Diputados y Senadores, y ser aprobada por una mayoría calificada (dos terceras partes de votos a favor). Posteriormente, deberá ser ratificada por una mayoría absoluta (la mitad más uno) con participación de todas las legislaturas federativas.
A pesar de la complejidad que exige este proceso, nuestra Carta Magna ha sido reformada más de 700 veces desde 1917 (el año de su creación). Las constantes actualizaciones a este documento han hecho que, en repetidas ocasiones, expertos juristas de distintos ámbitos se hayan planteado la necesidad, ya no de renovar las leyes, sino de crear una nueva constitución política más pulida y actualizada.
Algunos expertos en leyes afirman que la actual constitución, que surgió como consecuencia de la Revolución Mexicana, actualmente es redundante, confusa y defectuosa. En Colegio Jurista, consideramos que nuestro deber como institución de prestigio es mantenernos informados, participar de esta discusión y asumir un papel activo en la toma de decisión. Y tú, ¿estás dispuesto a tomar la responsabilidad de ser Jurista?