Con 110 votos a favor en lo general, cinco en contra, y dos abstenciones, se avaló en la cámara de Senadores la prohibición del uso de los llamados vapeadores, cigarros electrónicos, o cualquier dispositivo similar, pues se consideran un motivo de alarma sanitaria, ya que las sustancias contenidas en este tipo de productos, contienen elementos altamente cancerígenos, que afectan, según los expertos, al corazón, cerebro y pulmones de quien los usa.
El proyecto de reforma de ley, que modifica los artículos 4 y 5 de la Constitución, propone sancionar a quienes usen, comercialicen y distribuyan este tipo de dispositivos, además de otras sustancias como el fentanilo, el cual está siendo importado desde los Estados Unidos y causa actualmente una crisis de salud en la población especialmente juvenil.
Las Comisiones unidas de salud; Puntos Constitucionales y de Estudios legislativos, representadas por los Senadores de Morena, Enrique Inzunza Cázares y Lilia Margarita Valdez Martínez, expresaron que en el país se han registrado alrededor de 938 mil adolescentes que han probado alguna vez un cigarro electrónico o vapeador, lo cual se considera un verdadero problema de salud pública, pues son más que conocidos los perjuicios que las sustancias contenidas en estos productos, causan al organismo.
Senadores de partidos de la oposición, como Ricardo Anaya del Partido Acción Nacional (PAN) y Karla Guadalupe Toledo Zamora del Partido Revolucionario Institucional (PRI), se promulgaron en contra de la prohibición, pues dicen preferir la etiqueta de “regulación”, pues determinan según sus argumentos, que los consumidores tienen el derecho constitucional de decidir y estar informados respecto a lo que hacen por su salud al emplear este tipo de sustancias.
En el tema político, Anaya Cortés opinó que ésta prohibición puede utilizarse como un mensaje directo al presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, y de este modo poner el tema del tráfico de fentanilo en la agenda prioritaria entre ambos gobiernos.
Legisladores del Partido del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano (MC), opinaron que con esta prohibición, se garantiza un panorama de salud pública más prometedor, especialmente para los jóvenes, quienes en los últimos años han popularizado el uso de dispositivos electrónicos para fumar, y se han registrado repuntes en casos de cáncer de pulmón, insuficiencias tanto cardiacas como respiratorias, pues los químicos contenidos en los cartuchos de nicotina o THC, causan daños irreparables al cuerpo humano.
Sin embargo, la Senadora Alejandra Barrales del partido MC, se pronunció en contra de la reforma, pues establece que no se debe comparar el uso de un vapeador o cigarro electrónico, con el consumo de drogas pesadas como el fentanilo, y que esta disposición confunde en términos jurídicos, pues no existe una distinción clara entre estas dos actividades que no son, según lo que la legisladora opina, de ningún modo equiparables.