¿Qué es la Duda Razonable en la jurisprudencia?

- Artículos - julio 13, 2021
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Seguro conoces este axioma del derecho: “Inocente hasta que se demuestre lo contrario”. Esta popular premisa de las leyes tiene como fin garantizar que nadie sea declarado culpable sin que haya suficientes pruebas que confirmen su responsabilidad en un hecho delictivo, como en el caso de un juicio que es desecho por la “duda razonable”.

La duda razonable es una figura legal que data de la época medieval, pero que con el paso del tiempo ha ido evolucionando y adaptándose a las necesidades de la época y el contexto histórico. En esencia, este concepto se refiere a la facultad que tiene un juez de declarar que no existen suficientes pruebas o evidencias claras de la existencia de un delito o la participación de una persona en un determinado hecho.

En ese sentido, cabe aclarar que la duda razonable no es un recurso en el cual un juez se pueda amparar para rehusar tomar parte en un juicio o decisión, sino que se trata de una concesión que se da cuando la lógica de los argumentos y pruebas no son contunden para realizar un dictamen certero.

Como comentábamos al principio, la duda razonable está altamente relacionada con la presunción de inocencia, la cual establece que “nadie es culpable, hasta que ello resulte demostrado, sino que se presume la inocencia”. Por ese motivo, en caso de que las pruebas presentadas contra alguien se consideren insuficientes, éste continuará gozando de su presunción de inocencia.

Por otro lado, cabe mencionar que este recurso no siempre es infalible, sino que, más bien, tiende a ser subjetivo. Es decir, declarar que existe duda razonable en un caso recae completamente sobre la apreciación subjetiva de un juez que es quien determina hasta qué punto una prueba o evidencia es “suficiente” o no.

En cualquier caso, la duda razonable tiene como intención aplicar la leyes de manera imparcial y efectiva, procurando garantizar que nadie sea señalado como culpable sin que existan méritos suficientes para desproveer de su presunción de inocencia.

En México, esta figura legal aún es novedosa, pues su introducción a la Constitución es reciente con relación a otras disposiciones. La aplicación de este recurso en nuestras leyes estipula que toda condena que se emita sobre una persona debe ser dictaminada “más allá de toda duda razonable”. Es decir, para que alguien sea hallado culpable, las pruebas y evidencias que demuestren su responsabilidad no deben dejar lugar a duda y deben ser definitivas.

La persistencia de este recurso legal en la historia de la leyes nos habla mucho de la pertinencia de este para el derecho penal, pero también nos recuerda la responsabilidad moral y cívica que tenemos quienes impartimos la ley.  Conocer este recurso es una obligación que todo Jurista tiene y ponerlo en práctica, en caso de ser necesario, un deber.

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