Por: Gerardo Jair Jaime González
El concepto de arma ha cambiado a través de los siglos, debido a la evolución del ingenio e inteligencia de las personas en la vida cotidiana, así como las circunstancias que las rodean. Por ello, las primeras armas conocidas han ido transformándose o perfeccionándose hasta convertirse en armas como las conocemos hoy en día.
Es por todos sabido que la primera arma utilizada por el hombre primitivo fue su propio cuerpo (brazos, manos, antebrazos, etc.). Cuando pasaron de nómadas a sedentarios, y por la necesidad de quedarse en un solo sitio o no ir viajando de un lugar a otro, se vieron obligados a crear algunas herramientas y utensilios para hacer más fácil su estadía, lo cual, conforme a la organización del mismo hombre, logró desarrollar mejores armas fabricadas con rocas talladas o afiladas e incrustadas en palos para ser utilizados como lanzas, palos para sembrar la tierra, etc., también con el objetivo de cazar para sobrevivir.
Estas armas rústicas fueron cambiando hasta llegar a nuestros días. Es importante destacar la sofisticación y el ingenio, así como los materiales utilizados en nuestra época, no se asemejan a las antiguas, tan es así que se fabrican armas de diferentes aspectos y diseños, algunas consideradas incluso, obras de arte.
En la actualidad, es importante saber y conocer a qué se le considera arma, qué postura toman los estudiosos del tema, qué es considerado como tal y cuál es la diferenciación con cualquier otro objeto de consistencia y material variado utilizado para cometer un hecho delictivo.
Es bueno considerar que cualquier objeto puede ser considerado o se puede utilizar como arma, ya sea un bate de beisbol, un tubo, un palo, un lápiz, una pala, una piedra, un tronco, etc. Hasta el mismo cuerpo puede actuar como un arma ya que utilizando fuerza considerable aplicada a partes específicas del cuerpo humano puede ocasionar terribles daños que podrían provocar hasta el fallecimiento del sujeto pasivo del hecho.
Sin embargo, la aseveración anterior no es del todo correcta, pues lo único que se considera arma es:
Todo objeto de diferentes formas y diseños fabricados, especialmente, para ofender y defenderse.
Si el objeto utilizado para cometer un hecho delictuoso no reúne las características mencionadas en el párrafo anterior, simplemente no se le puede considerar como arma, ya que el propósito para el que fue diseñado tal objeto, no es el de ofender o defenderse.
Por ejemplo, un lápiz puede ser utilizado para herir o matar a alguien, pero su diseño no tenía el propósito de ofender o defenderse, sino el de ser un útil inscriptor, o herramienta de oficina o trabajo.
Esta pequeña diferencia, hace una gran determinación en la conceptualización de lo que es o no es un arma y cómo distinguir un objeto que fue o no diseñado para ofender o defenderse.
Bibliografía y legislación consultada:
- Silveyra, Jorge Omar, Armas y crímenes, Buenos Aires, La Rocca.
- Ortiz, Cristian Adrián, La Balística y sus Clasificaciones, México, Editorial Flores.
- Código Penal Federal.