Recuerdos del porvenir.

- Artículos - abril 21, 2021

La era de los biomateriales llega rápido, más pronto de lo imaginado. Mientras que la química  y la física lideraron la revolución tecnológica del siglo XX, la biología, genética y de la ciencia de los materiales avanzados crearán un nuevo mundo. Un mundo que los profesionistas deberán codificar. Bienvenidos al futuro.

La era de los biomateriales generará, en un corto periodo de tiempo, más conocimiento de lo que acumuló la sabiduría colectiva en la historia de la humanidad; el auge y caída de la información. Quien trate de descifrar la era de la información debe olvidarlo porque va de salida. Muy pronto tendrá que aprender y conocer un nuevo grupo de tecnologías y acrónimos, que estarán de moda.

Vale recordar que la era de la información está basada en tres tecnologías: la conversión de la información a digital como aparece en teléfonos celulares o televisión; el software, que permite el manejo de datos y, finalmente, la rápida evolución del chip microprocesador.

Todo producto o tecnología cumple un ciclo de vida natural, que va desde su invención, pasando por el auge y su posterior caída. Una señal de que un producto está llegando a su maduración es cuando se convierte en algo sumamente disponible, accesible, con un precio bajo y estable. Según estos parámetros, es fácil concluir que la tecnología de información está en caída.

La era de la información duró unos 50 años, está en su fase de caída. Dos indicadores clave de la transición de la información hacia la biotecnología son la inversión en Investigación y Desarrollo (I & D) y la propiedad intelectual (en la forma de patentes). Las empresas de la era industrial invierten aproximadamente 5% de sus ingresos en I & D, las de la era de la información entre 10% y 15% y las empresas de biomateriales invierten como mínimo 15%.

Por otro lado, las aprobaciones de nuevas patentes para compañías de información decrecen mientras aumentan las de empresas de biomateriales. El término biomaterial combina biotecnología y la ciencia de los materiales. Esta enfatiza la desaparición de la frontera entre la materia orgánica y la inorgánica. Mientras que la biotecnología pretende conquistar todo lo relacionado con la materia orgánica, la ciencia de los materiales estudia la materia inorgánica, incluso esfuerzos para crear material inteligente y mano material, es decir, materiales mucho más pequeños y útiles que los utilizados actualmente. Al combinar ambos campos es posible conquistar y controlar toda la materia existente.

Ahora existen tres leyes básicas que regirán la economía de esta nueva era:

1.- El conocimiento en la industria se duplicará diariamente.

2.- El alcance global de los biomateriales es inversamente proporcional a su escala subatómica. En tal sentido, tendrá un efecto global masivo.

3.- Su retorno económico superará todo lo que hemos conocido con anterioridad.

Aun cuando la era de los biomateriales durará entre unos 15 a 30 años, su crecimiento y beneficios potenciales serán exponencialmente superiores a lo visto en la era de la información. La revolución de los biomateriales hará posible la solución o mejoría de muchos de los problemas que aquejan al ser humano como la reparación de daños en la médula espinal y cerebro por ejemplo.

Necesitamos estar preparados para la revolución de los biomateriales, No es algo que viene, ocurre en la actualidad. La dirección que tomará y la forma final que tome este periodo, es muy difícil de pronosticar.

Sin embargo, el impacto de los biomateriales es virtualmente infinito. Se autoalimenta a sí mismo en un espiral sin fin de nuevas creaciones. Los desarrollos en biotecnología tendrán un efecto multiplicador que se reflejará en otras industrias e instituciones sociales, lo que afectará finalmente a las economías y culturas internacionales de formas de que logramos en la actualidad.

Incluso los detractores de la industria concuerdan en que la biotecnología tiene, entre otros, el potencial de erradicar el hambre, algunas enfermedades mundiales y de superar muchos de los dilemas médicos más difíciles de tratar de nuestros tiempos.

Ante esto, los profesionistas deberán tender puentes entre diferentes sectores y áreas de especialidad. Es imperativo, entonces, apostar por la multiculturalidad.

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