Cambios radicales en las ofertas y expectativas de consumo incidirán en la manera en que los egresados universitarios prestarán sus servicios profesionales. Este es un breve recuento de lo que se avecina.
1 Streaming wars. La difusión de contenidos multimedia se trasforma y surgen más alternativas a Netflix y HBO. Desde YouTube a Screening Room, que ofrece películas en cartelera para disfrutar en casa, todas compiten para ganarse un hueco entre los consumidores. Para conseguirlo, ofrecerán nuevos servicios añadidos y más diversificación de opciones. Esto volverá a los consumidores más exigentes y selectivos. Los graduados tendrán que generar valores agregados a su actividad fundamental porque el mercado percibe que siempre hay algo más y mejor. Se percibe que la inversión por un servicio debe maximizarse. Consejo: Establecer de manera continua valores agregados al servicio profesional. Por ejemplo, la creación de al menos tres escenarios posibles ante un caso jurídico y las resoluciones, ventajas e inconvenientes de cada uno de ellos presentados como cuadros comparativos.
2 Diversidad e interseccionalidad. Para conseguir alcanzar a los públicos más jóvenes y concientizados, las empresas tendrán que cambiar su filosofía para incluir valores como la diversidad, interseccionalidad e inclusión social. La Generación Z no duda en participar en movimientos contra el sexismo y a favor de la diversidad social, por lo que más compañías se ven presionadas para mejorar en estos términos. Los egresados universitarios deberán “vivir”, no sólo pregonar el respeto e inclusión y ser agentes activos del cambio social. No es mera acción altruista, es ser parte del respeto y diversidad de manera contundente. No es opción la lucha por los derechos humanos. Es una obligación de cualquier futuro profesionista.
3 De la URL a la IRL (in real life). El comercio detallista sigue vigente. Muchos gigantes del e-commerce decidieron abrir tiendas físicas para conquistar nuevos canales de marketing, como Alibaba o Amazon. De esta manera, estas tendencias combinan los comercios tradicionales con sofisticados sistemas de pago online. Todo ello impulsado por los consumidores, que todavía valoran poder ver y tocar los productos antes de adquirirlos. Esto sólo afecta a este sector. Algunas aplicaciones pasan al mundo real, como Bumble, aplicación que invita a sus usuarios a conocerse y tener citas en su espacio físico. Esto genera un aparente retroceso a los inicios del comercio electrónico. Los clientes potenciales quieren “probar” antes de adquirir productos o servicios. Los recién egresados enfrentarán un mercado en el que tendrán que multiplicar garantías de sus servicios y resultados contundentes antes de la contratación, por ejemplo.
4 Internet of ears. Los asistentes de voz ya están aquí y parece que tienen la suficiente fuerza como para quedarse. Amazon Echo con Alexa y Google Home fueron los primeros en avanzar en esta dirección, pero está evolucionando para ir más allá del Internet of Things. Los consumidores desean, entre otras cosas, poder cambiar de canal o apagar la luz con tan sólo decirlo. ¿Y qué ocurre en el mercado laboral? Que los recién graduados deberán maximizar su capacidad de interpretar los deseos de sus clientes a velocidades límites, acortar tiempos de resoluciones y multiplicar las soluciones. Se requiere mucha práctica profesional previa para acceder a los futuros mercados. Y las universidades lo saben.
5 Mood food reaches mass-market. La buena alimentación no sólo tiene un impacto en el bienestar físico, sino también mental y los consumidores cada vez son más conscientes de ello. Por eso, marcas como Pizza Hut y su Blue Monday Pizza intentan abrirse un hueco en el mercado de las marcas ligando sus productos a esta tendencia. Pero esto no sólo compete al sector de alimentos y bebidas sino también a los profesionistas del futuro, que deberán orientar sus servicios al bienestar de sus consumidores. Deberán ser profesionistas autosustentables. Un abogado, por ejemplo, deberá minimizar las interacciones estresantes a sus clientes y volver “divertidos” la preparación a un juicio, por ejemplo. Se volverá un gurú en el bienestar de cada cliente.
6 La realidad aumentada ha llegado para quedarse. En 2017, la realidad aumentada (AR) consiguió convertirse en un must-have de la tecnología, con experiencias como Pokémon Go. Cada vez se podrá ver más esta tecnología en nuevas y sofisticadas aplicaciones, como en probadores de ropa, espejos o deportivas. Los recién egresados del futuro entonces se convertirán en buscadores acuciosos de las tecnologías de información que maximicen el rendimiento y vuelvan emocionantes los entregables al cliente. La interacción con los profesionales del futuro debe ser una grata experiencia de vida.
7 Lujo Hipster. El lujo empalagoso y opulento que triunfó en las últimas décadas ya no atrae a las nuevas generaciones. Los Millennials prefieren un lujo basado en diseños modernos, menos ostentosos y experiencias que se adapten a sus gustos personales. Esto implica que los graduados de unos cuantos años deberán generar sistemáticamente “trajes a la medida” para cada uno de sus clientes. No se trata de deslumbrarlos sino de ofrecerles servicios sencillos y funcionales, de beneficios cuantificables y duraderos.
8 Brandlessness. Las marcas blancas ya no se relacionan con la falta de calidad. Muchas empresas emergentes ya ofrecen productos premium a un precio asequible, ligadas al modelo de consumo Millennial, ofrecen también un diseño atractivo y minimalista. Todo libre de gluten, sin conservantes artificiales y en consonancia con el medio ambiente por ejemplo. Esto en los servicios profesionales se traduce en oficinas sencillas y funcionales, incluso compartidas, reducción de tiempos de interacción innecesaria, juntas breves, teletrabajo y educación a los clientes para que sean ellos los que puedan medir el propio desempeño profesional.
9 Adult play. Los adultos también saben disfrutar como niños. Por eso, las experiencias anti-estrés basadas en los juegos infantiles son una de las tendencias que está triunfando entre los adultos. Desde colorear Mandalas a castillos hinchables, pasando por piscinas de bolas, estos servicios triunfan como forma de desconexión basada en la añoranza. Y quien se gradúe en los próximos años debe saber generar servicios que aúnen la información/educación a sus clientes con la diversión y el disfrute. Los profesionistas serios y acartonados ya serán obsoletos incluso en las profesiones tradicionales y serias como los abogados.
10 New Adulthood. Los Xennials, aquellos adultos de entre 30 y 45 años que se ven demasiado mayores para ser Millennials y demasiado jóvenes para pertenecer a la Generación X van a ser un tipo de consumidor a tener muy en cuenta, disfrutando de las nuevas experiencias pero desde un punto de vista más adulto y refinado. Esto es: cada cliente es único y los profesionistas del futuro deberán tratarlo así. ¿Listos para tales retos? Las universidades ya se preparan para ello.